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La vida de las moscas

vida de la mosca

Si le preguntaras a una persona cualquiera cuánto tiempo cree que vive una mosca, lo más probable es que te dijese que sólo vive unas 24 horas. Y que este es un error muy común, ya que no es cierto para la mayoría de las moscas con las que las personas tienen que lidiar en su hogar; las moscas domésticas y otras moscas más grandes que generalmente infestan una casa pueden vivir días, tal vez incluso meses. Las efímeras, sin embargo, generalmente si que sólo tienen una vida útil de 24 horas.

¿Cuánto viven las moscas?

La duración de la vida es muy variable según las especies y puede ir de unas cuantas horas a unos pocos meses. En cuanto a «nuestra amiga», la mosca doméstica, es difícil saber cuánto viven en libertad —se estima que entre 25 a 52 días como adulta—, pero criadas en cautividad algunas de ellas han conseguido llegar a las once semanas. Por lo demás, las moscas macho viven menos tiempo que las moscas hembra.

¿Cuánto tiempo vive una mosca doméstica?

La mosca más común con la que tienen que lidiar la mayoría de los propietarios es la mosca doméstica. La mosca doméstica sigue el mismo ciclo de vida general que el mencionado anteriormente. Ponen huevos en algo particularmente desagradable, se convierten en gusanos, luego en crisálidas y luego en moscas adultas. Si sobreviven suficientes huevos, terminas con una casa llena de muchas moscas. En promedio, una mosca doméstica puede vivir entre 20 y 25 días. A veces pueden vivir hasta un mes.

El ciclo de vida de la mosca

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Una mosca pasa por diferentes etapas de la vida:

  • Huevo
  • Larva
  • Crisálida
  • Mosca adulta

Todo comienza cuando una mosca hembra encuentra un lugar propicio para poner huevos. A una mosca hembra le gusta encontrar un lugar donde las larvas puedan alimentarse por un tiempo, por lo que pondrá huevos en la madera o comida podrida. Algunas especies de moscas también ponen huevos en cadáveres de animales u otra carne podrida. La mosca hembra promedio puede poner más de 150 huevos a la vez, por lo que puede terminar rápidamente con una infestación de moscas en su hogar o en su propiedad. Estos huevos parecen granos de arroz muy pequeños.

La reproducción de las moscas

Los dípteros presentan metamorfosis completa, es decir, los estadios preimaginales son muy diferentes al adulto. El ciclo biológico pasa, salvo unas pocas excepciones, a través de 4 estadios bien diferenciados: huevo, larva, pupa y adulto (generalmente alado).

La producción de huevos y la supervivencia de las larvas está ligada a una cierta temperatura. El calor la puede acelerar pero su producción puede disminuir si aumenta demasiado. Tampoco debe haber mucha diferencia entre las temperaturas nocturnas y diurnas. La mayoría de las moscas domésticas se vuelven estériles a 30°C.

La fecundidad es generalmente grande, aunque el número de huevos varía según las especies. Por ejemplo, los hipoboscoideos producen una única larva, otros dípteros ponen sólo de 6-8 huevos, mientras que la puesta de ciertas especies puede estar compuesta de varios miles.

como se reproducen las moscas

En cuanto a las moscas, una hembra puede poner en total hasta 2000 huevos, en grupos de 100-150, lo que indica que una hembra que deje un mínimo de 100 huevos en cada puesta, en poco tiempo podría alcanzar tantos descendientes como hombres habitan en la Tierra: 7.000.000.000 (eso, en el caso de que no hubiera mortandad, pero la inmensa mayoría perece en estado larval, o bien poco después ya sea como presa de sus incontables depredadores —comidos o parasitados—, ya sea debido a las inclemencias del tiempo).

De los huevos salen al cabo de un día —o de doce horas si el tiempo es caluroso— las larvas, que en el caso de las moscas se llaman cresas, que se dedican a saborear la materia putrefacta. Las cresas nunca se ven, pues se mantienen bajo la superficie del sustrato que haya elegido la mosca adulta para poner sus huevos. Si se las pone al descubierto, se dirigen de nuevo rápidamente hacia el interior gracias a tas enérgicas contracciones musculares, ya sea porque aborrecen la luz o para escapar rápidamente de los pájaros, para los que representan sabrosos bocados. Por otra parte, necesitan además calor y humedad, por lo que se secarían en breve tiempo si se quedasen expuestas al aire. En la mayoría de los dípteros son las larvas las que acumulan la mayor parte de los alimentos necesarios, no solamente para su propia vida, sino también para la reconstrucción ninfal que dará lugar a los adultos cuya principal función es reproducirse. Después de unos seis días terminan de crecer, pudiendo haber aumentado en 800 veces su tamaño corporal. A continuación su piel externa se solidifica y se convierte en una especie de barrilete pardo, alargado y redondeado, que alberga a la pupa en su interior; a este barrilete se le llama pupario. Pasada una semana la pupa se convierte en mosca adulta, le cual, encerrada en ese barrilete, tiene el mismo problema que el pollito que debe quebrar la cáscara del huevo. Pero, en vez del pico, posee un especialísimo instrumento: el ptilino, consistente en una vesícula colocada en la frente, entre los ojos, que actúa como una prensa hidráulica.

Contrayendo rítmicamente el cuerpo, la mosca hace afluir la sangre dentro de la vesícula que se hincha y presiona con fuerza contra el polo anterior del pupario. Este se rompe a lo largo de una línea circular, levantándose como una tapa (precisamente por ello a este grupo de dípteros se le llama ciclorrafos). Unos tres días después de haber salido del pupario comienza a poner huevos, con lo que empieza el ciclo de nuevo.

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Una vez que los huevos eclosionan, salen como criaturas blancas sin extremidades conocidas como gusanos. Se deleitarán con la comida podrida o la carne que los rodea para seguir creciendo. Los gusanos pueden permanecer en esta etapa larvaria desde unas pocas horas hasta un par de días.

Luego, el gusano de la mosca entra en la etapa de pupa, que es muy diferente de la etapa de larva. Las pupas de moscas parecen más grandes y su piel cambia de color, a menudo amarilla, roja, marrón o negra y ya no se ven tan cilíndricas como las larvas. La pupa de mosca intenta encontrar un lugar tranquilo y oscuro para pasar por esta etapa. Durante esta etapa, las moscas comienzan a desarrollar alas, patas y el resto de la forma de la mosca doméstica promedio.

Finalmente, la mosca se convierte en adulta. Luego volarán y encontrarán lugares para alimentarse y, eventualmente, un nuevo lugar para poner huevos y comenzar el proceso de nuevo.

¿Qué moscas viven menos tiempo?

Ya hemos visto que el tiempo de vida de una mosca depende del tipo que sea, pero en 2008 surgió una noticia según la cual investigadores de un laboratorio suizo afirmaron que un aumento en la actividad cerebral de las moscas hacía que éstas vivieran menos tiempo. Dos profesores del departamento de ecología y evolución de la Universidad de Lausana (oeste), Tadeusz Kawecki y Joep Burger, descubrieron «una correlación negativa entre una mejora de las capacidades de aprendizaje de la mosca y su longevidad» o, dicho de otra manera, que las moscas más inteligentes viven menos.

Los investigadores, que publicaron el resultado del estudio en la revista Evolución, dividieron en dos grupos una población de moscas. Un grupo permaneció en estado natural, mientras que el otro vio mejoradas sus capacidades de aprendizaje: los científicos les enseñaron a asociar un olor de una comida con un gusto, agradable o no, y a relacionar un choque creado en el laboratorio con un olor preciso. Al cabo de 30 a 40 generaciones, los investigadores obtuvieron moscas que aprenden mejor y memorizan durante más tiempo.

No obstante, la experiencia mostró que las moscas en estado natural vivían más que aquellas del grupo seleccionado. «En otros términos, cuanto más inteligente se vuelve la mosca, menos tiempo vive», según el comunicado. Los científicos llegaron a la conclusión de que el envejecimiento de las moscas se acelera por una actividad neuronal más sostenida, lo que genera un desgaste. «Esto explicaría por qué las moscas no desarrollaron sus capacidades neuronales», subrayaron. Siendo que el cerebro consume entre un 20% y un 25% de la energía de los seres vivientes, sería entendible que los animales dotados de un cerebro menos consumidor vivan más tiempo.